El nuevo ministro de Industria no se reunió con Tata para intentar que la planta de baterías viniera a España
El fabricante Tata Motors tenía la intención de instalar en España una planta de baterías para suministrar a sus marcas Jaguar y Land Rover -además de otros fabricantes- en un terreno a 30 kilómetros de Zaragoza. Una inversión que finalmente no se va a llevar a cabo porque el Gobierno de Pedro Sánchez no ha puesto sobre la mesa las ayudas suficientes para competir contra el Reino Unido, donde se instalará finalmente. El Ejecutivo tampoco ha mostrado mucho interés por conseguir esta adjudicación para Aragón, ya que el nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, no se ha reunido con el grupo automovilístico desde que asumió su cargo y su predecesora, Reyes Maroto, sólo mantuvo una videollamada.
Así lo han confirmado fuentes cercanas a la negociación, en conversaciones con este diario, que han asegurado que «el nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, se está manteniendo al margen de todas las negociaciones que se están llevando a cabo para atraer nuevas inversiones con el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) del vehículo eléctrico y conectado y está delegando en su mano derecha en la cartera para estas gestiones, ante su desconocimiento del sector industrial».
«De hecho, Gómez no ha tenido ninguna reunión previa con Tata Motors antes de que se decantase por construir la planta de baterías en Reino Unido en vez de en España», señalan las citadas fuentes a OKDIARIO. Esta instalación hubiese sido la tercera para la industria del automóvil española tras confirmarse la de Volkswagen en Sagunto (Valencia) y Envision en Navalmoral de la Mata (Extremadura).
Así, las ayudas propuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez y las propuestas por el Ejecutivo aragonés no han convencido al fabricante automovilístico indio para instalarse en España, incapaces de superar a las propuestas por Reino Unido, a quien Tata Motors pidió 567 millones de euros para levantar allí una planta de baterías en vez de en Zaragoza.
Todo ello a pesar de que el Ministerio de Industria ha puesto en marcha una línea específica en el Perte para la instalación de gigafactorías con el objetivo de fomentar la producción de vehículos eléctricos en España.
Fracaso del Perte
Una situación que evidencia el fracaso de la gestión por parte del Gobierno de Pedro Sánchez del Perte del vehículo eléctrico y conectado. Tanto es así que el Ejecutivo sólo ha sido capaz de colocar el 30% de los fondos -procedentes de Europa-, lo que le ha obligado a crear una segunda línea para no devolver dinero a Bruselas. A la que se volverán a presentar Volkswagen y Stellantis, tal y como avanzó este diario.
Las malas condiciones para repartir el maná europeo en el automóvil negociadas con la Comisión Europea (CE) por parte el Ministerio de Industria, como la fecha de finalización de las inversiones o el porcentaje de pymes que deberían formar parte del proyecto, fueron el principal problema a la hora de repartir el dinero. Unos problemas que aún no se dan por solucionados, ya que el Gobierno aún no ha presentado las bases que pertenecen a la segunda convocatoria, en la que se prevé una ampliación de los plazos hasta 2028 y una reducción de los avales de las pymes. Por repartir, casi 2.200 millones de euros.
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